jueves, 29 de octubre de 2009

Romance del enamorado y la muerte (?)

Un sueño soñaba anoche,
soñito del alma mía,
soñaba con mis amores
que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora muy blanca
muy más que la nieve fría.
-¿Por dónde has entrado amor?
¿Como has entrado mi vida?
Las puertas están cerradas,
ventanas y celosías.
-No soy el amor, amante:
Soy la Muerte díos me envía.
-¡Ay Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
-Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
más de prisa se vestía;
ya se va para la calle,
en donde su amor vivía.
-¡Ábreme la puerta, blanca,
ábreme la puerta niña!
-¿Como te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue a palacio,
mi madre no está dormida.
-Si no me abres esta noche,
ya no abrirás querida;
la Muerte me anda buscando,
junto a ti vida sería.
-Vete bajo mi ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el hilo no alcanzare
mis trenzas añadiría.
Se rompió el cordón de seda,
la Muerte que ahí venía:
-Vamos, el enamorado,
que la hora ya es cumplida.