Don Pedro, con su calva al aire, recibía de manos de su señora, también jubilada, los mañaneros mates edulcorados. Ambos sentados frente al televisor mirando el noticiero de las siete de la mañana y como a esta altura de la vida, Pedro ni siquiera intentaba conversar con su mujer Teresa, porque no sabía si su compañera era sorda o que cansada de escucharlo, simulaba no escucharlo.
Las noticias era parecidas a las vistas y oídas en los últimos años: un robo en la zona sur, algún gremio que amenazaba con un paro para la próxima semana, los empresarios del transporte quejosos por la desactualización del precio del pasaje, un piquete en la avenida tal, que el fin de semana lloverá o no y alguna que otra nota de color a fin de desdramatizar.
En los intervalos o espacios publicitarios, teniendo en cuenta que es tiempo de elecciones, se sentía abrumado por la excesiva, agresiva y nada creíble propaganda proselitista de los autoproclamados candidatos a dirimir cuestiones para quedarse con el poder, que sustentan algunos y los que a toda costa quieren adueñarse de ese poder.
Consignas repetidas y poco originales, sonrisas forzadas de dientes parejos y muy blancos, vestidos para la ocasión y con caras de buenos que el mismo personaje que alguna vez clavaron en la cruz, envidiaría.
Don Pedro, quien trabajó poco mas de cuarenta años en una empresa como operario de mantenimiento, cumpliendo con su labor diaria y faltando solamente, por alguna enfermedad pasajera, en ocasión del nacimiento de su hija Lola, el día que murieron sus padres y para el velatorio de su suegra; por tal perfomance recibió el día de la jubilación una medalla de plata y un pergamino firmado por algunos de sus compañeros y en lugar destacado la firma del director de la empresa que lo ocupó durante tantos años.
Mirando eso que algunos intelectuales llaman "la caja boba" y asombrado por la cantidad de spots, algunos cortometrajes que lo invitaban a votar por tal o cual
aspirante a ganar las elecciones, pensaba el bueno de Pedro: " Quien pagará semejante gasto? Porque motivo invertir tanto dinero para ganar una contienda? Si pensara mal, diría que seguramente una vez en poder de la "caja" que supuestamente tienen que administrar, de esa se resarcirán de los gastos.
Como don Pedro no es bueno para los números ni se animó a pensar que se hubiese podido hacer con esos pesitos mal gastados, aunque escuchando siempre que el aumento a los jubilados es imposible porque no hay presupuesto, en su interior soñaba que alguna mejora recibirían los viejitos. O quizás su barrio tendría ya las cloacas y el se ahorraría el pago al desagotador al que una vez al año debe llamar. O que el PAMI podría mejorar en algo la atención. O que intentarían alguna cosa para que él al concurrir al banco a cobrar su jubilación no se mojara los días de lluvia. O que a su Lola le aumentarían el exiguo salario de maestra de escuela primaria.
Pero esto pensaba calladito, porque si lo hablara con alguien seguramente lo acusarían de emitir frases hechas y de viejito que piensa que "antes todo era mejor". Y el reloj marcó las ocho, momento en que doña Teresa, trajo la bolsa de los mandados y entregándosela a su esposo lo mandó a la calle a buscar las vituallas necesarias para el almuerzo, no sin antes ordenarle que ni se le ocurra quedarse de charla con sus amigos.
jueves, 12 de mayo de 2011
miércoles, 4 de mayo de 2011
En el último trago (j.r.jimenez)
Tómate esta botella conmigo
en el último trago nos vamos
quiero ver a que sabe tu olvido
sin poner en mis ojos tus manos
esta noche no voy a rogarte
esta noche te vas dedeveras
que difícil tratar de olvidarte
y sentir que tu ya no me quieras.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo
en el último trago me besas
esperamos que no haya testigos
por si acaso te diera vergüenza.
Si algún día sin querer tropezamos
no te agaches ni me hables de frente
simplemente la mano nos damos
y después que murmure la gente.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo
y en el último trago nos vamos...
en el último trago nos vamos
quiero ver a que sabe tu olvido
sin poner en mis ojos tus manos
esta noche no voy a rogarte
esta noche te vas dedeveras
que difícil tratar de olvidarte
y sentir que tu ya no me quieras.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo
en el último trago me besas
esperamos que no haya testigos
por si acaso te diera vergüenza.
Si algún día sin querer tropezamos
no te agaches ni me hables de frente
simplemente la mano nos damos
y después que murmure la gente.
Nada me han enseñado los años
siempre caigo en los mismos errores
otra vez a brindar con extraños
y a llorar por los mismos dolores.
Tómate esta botella conmigo
y en el último trago nos vamos...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)