viernes, 11 de diciembre de 2009

MANOLO (Alberto Cortez)

Ven Manolo... no llores por esa poca cosa que te ha quebrado el rumbo.
Yo se bien que es muy duro, pasados los cuarenta, perder el corazón.
Pero tú no estás solo, yo siempre fui tu amigo y quiero rescatarte;
no llores como un niño... demuestra que eres hombre... ¡manda al diablo el dolor!

Ven Manolo no llores... y menos en la calle que te ve todo el mundo.
La gente no comprende, -ni falta que les hace-, saber de tu dolor.
Vámonos e intentemos que tus penas se sientan vencidas y olvidadas;
en la tasca de Pepe, hay tal Valdepeñas, para ahogarlas mejor.

Aún tengo mi guitarra, si quieres la despierto y empezamos la fiesta,
como cuando la vida nos dío esos veinte años que ya no volverán.
La ciudad será nuestra, como en aquellos tiempos de sincera bohemia,
que embriagados de noche, vagabamos sus calles, para oírla cantar.

Ven Manolo, no llores, no mendigues cariño a quien no sabe darlo;
ya verás que la vida, mas tarde o mas temprano, le paga su valor...
y basta ya de llantos, levanta tus cien kilos y vámonos de ronda...
aunque recién empieza... bebámonos la noche hasta que salga el sol.

Ven Manolo, no llores... vámonos al flamenco... el olé nos espera;
aunque yo nunca pude, decirlos justo a tiempo, tal vez lo logre hoy.
Y también si tu quieres subiremos al palco y haremos el gamberro,
o todo lo contrario, debe ser divertido jugar al gran señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario