Es lunes 13 de Julio.
Aprovechando la mañana de invierno, camino hasta la oficina de la EPE (empresa provincial de la energía), voy con la boleta presta dispuesto a abonar mi deuda con esa empresa. En mi bolsillo $ 300 en efectivo, el importe a pagar es de $ 264.
Sorpresa!!!!!! la oficina está cerrada, hoy es el DIA DEL EMPLEADO DE LA EPE. El personal descansa. A volver mañana, total por estos días hay tan poco que hacer...
Martes 14 de Julio.
Otra vez caminata hasta la oficina de la EPE. Al acercarme ya noto que hay gente en la puerta, desordenaditos en fila india y controlados por un señor vestido de azul, armado y digno integrante de las fuerzas de seguridad de la provincia, que mira no muy amablemente a los emponchados, resignados clientes. Supongo que el señor vestido de azul y de pistola en la cartuchera, está tan atento por si hubiese que llamar a la ambulancia cuando alguno de los que esperan, caiga al suelo luego de sufrir un infarto provocado por la baja temperatura.
Como estamos en tiempos de gripe y para cuidar la integridad de los empleados de la empresa, alguien dispuso que los que tenemos que pagar, nosotros, posibles portadores de las peores de las pestes, esperemos afuera, entrando de a uno y sin chistar. Adentro está bueno, buena calefacción. Afuera es julio, invierno.
Por fortuna esta empresa no fue privatizada y los empleados de la misma, son nuestros vecinos, argentinos, que hablan nuestro mismo idioma, que pisan nuestro mismo suelo y detalle: mantienen su estándar de vida con el salario que es pagado gracias a la contribución involuntaria de esa gente apestosa que espera afuera en la calle en esta mañana de julio, mes que por estos lares es uno de los mas fríos del año. Por ventura, esta empresa no está manejada por esos tiranos, opresores neoliberales, imperialistas amigos de bush.
Volviendo al tema del pago, cuando al fín me permiten entrar al ambiente tibio de la oficina, después de esperar un largo rato en la calle, consigo llegar hasta el mostrador con la misma alegria que tendrá un maratonista al llegar a la meta. Detrás de ese parapeto, provista de la peor mueca del empleado público, una señora? despúes de interrogarme imitando a un integrante de la CIA, GESTAPO O KGB, me entrega la nueva boleta para que yo pudiese efectuar el pago correspondiente. Otra vez la cola, pero ahora con mejor clima, con la boleta y el dinero en la mano ansioso por llegar hasta ese vidrio grueso que separa al cajero de nosotros, los infectocontagiosos clientes.
Llegó mi turno, pero oh sorpresa!!! yo tengo $ 300 y la cuenta es de $ 264, la empresa no tiene cambio para dar vuelto.???!!!***###¿¿¿¿
Increíble no? Señorrrrr usted puede dirigirse a cualquier Rapipago, o Pago Fácil, donde podrá abonar su factura(si tienen cambio, claro).
Que tal?
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