Enero 2 de cualquier año.
Queridos Reyes Magos:
Espero que esta carta llegue a sus manos y que al recibirla se encuentren bien de salud, yo bien en compañia de mis padres y hermanos.
Yo me llamo Juan y tengo seis años y voy a la escuela República de Mexico.
El motivo de esta carta, es para pedirles, si ustedes me lo pueden traer, un auto a pedal color verde o rojo, marca cadillac, igual al que sale en la revista Patoruzito.
Les mando un beso y gracias.
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Enero 5 de algunos años mas adelante.
Queridos Reyes Magos:
Esta vez, mi carta no es para pedirles, simplemente para contarles que ya estoy enterado que los reyes son los padres. Pero como ellos no saben que ya se la verdad, les hago creer que creo; los veo andar escondiendo cosas y escucho que hablan bajito para que yo no escuche. Hoy salieron juntos para comprar los regalos. Yo me hago como que no me doy cuenta, además, estan mis hermanos y ellos todavía creen.
Sin mas que decirles, les mando un saludo.
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Enero 5 de 19...
Queridos Reyes Magos:
Aquí me siento a escribirles, tal vez no hacia falta volcar en el papel esto que les digo, que como magos que son, con pensar en voz alta hubiese sido suficiente. Ya un tiempo ha pasado, tambien el tiempo de la escuela, ya tengo trabajo, y algunas responsabilidades, barba, pelo largo y ganas de cambiar cosas; ya estoy mas alto que mi viejo y creo que se mucho mas que el. Mi vieja siempre cocina lo mismo y deja entrar a casa a todas las vecinas, cosa que me molesta mucho. Además mis viejos siempre protestan porque la música del tocadiscos está fuerte, que mis amigos llenan de humo mi habitación y joden porque llego tarde a casa.
Voy a aprovechar la ocasión para reclamarles que nunca me trajeron el regalo que les pedí, que siempre soñé que un día llegaba el Cadillac a pedal, ahora ni se les ocurra, que ya no me interesa, y no creo pueda entrar en el autito para mover los pedales.
Ojalá pudieran ahora, y ya que estan en falta, sin que yo se los pida, hacer que esa piba, la de pelo largo y ojitos lindos, la que veo todos los sábados en la confitería, me mire y pueda sacarla a bailar, y me diga que sí cuando la invite a salir y se enamore de mi.
Igual sin pedir nada estoy seguro que esta noche, aunque no ponga los zapatos, un regalo voy a recibir. Mis viejos no se olvidan de los regalos de reyes.
Saludos.
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martes, 11 de mayo de 2010
Hubo pago en el obraje (Landriscina)
Corre el año treinta y nueve
en un obraje del Chaco.
Enero lo aviva al sol
como apurando a un churrasco
y alli en el medio del monte
entre crujidos y hachazos
la gente distingue un ruido
que no es común en el pago,
es el ruido de un motor
que está llegando a los saltos
porque viene en la picada
queriendo domar las huellas
que le dejaron los carros.
El hachero que escuchó
dejó amagado un hachazo
y gritando de alegría
se fue corriendo a los saltos
porque ese ruido no es otro
que el ruido claro del auto
en el que llega el patrón
con la plata del salario...
... por eso corren contentos
por eso van a esperarlo
todos quieren ser primeros
en saber la hora del pago
pa'dirse a lavar al rancho
mientras tejen ilusiones
o hacen planes pa'gastarlo...
-Yo voy a comprar ropa nueva.
-Yo provista para rato.
-Yo viá ver si llego al pueblo
porque no fui en todo el año.
Y otros entre truco y vino
seguro han de liquidarlo.
Y así entre la algarabía
de prepararse pa'el pago
la gente olvida que un Dios
les dio a todos un destino
que es un camino marcado
y que si alguno lo deja
se ensume hasta las orejas
en el charco del diablo
...pero en eso nadie piensa,
...y ya en el medio e'la siesta
las guainas barren un patio
le acomodan los asientos
y cuelgan unos faroles
pa'que sirva pa'la fiesta.
-Ya abrió la administración!
gritó un hachero a la gente
y asomó un señor de lentes
que le llaman el contador,
se escuda en un mostrador
que encaja contra una puerta
y allí pide las libretas
pa'hacer la liquidación.
-A ver, Ramiro Gonzalez.
-Presente-gritó un paisano
que refregando sus manos
se acerca hasta el mostrador.
-Esto es lo que te sobró,
son treinta y tres con noventa
poné el dedo en el recibo
aquí tenés tu libreta...
y si es que querés chupar
pagá la caña al contado
porque ya saben ustedes
que para el chupi no hay cuenta.
-Ajá-le dijo Gonzalez-,
Traiga nomás esa caña
ya que es plata lo que suebra.
Y se fue a esperar el baile
prendido de la botella.
Y así siguieron pasando
los hacheros en cadena,
cada hachero un eslabón
cada eslabón una pena,
penas que pronto olvidaron
con esa caña que quema,
porque todos se llevaron
para el baile la botella...
Hasta que llegó la noche
en aquel rancho de fiesta
fiesta pobre del hachero
que no sabe ni una letra
y el que montado en sus sueños
quiere escapar rienda suelta
por el camino del vino
hacia una vida más buena...
pero el vino es traicionero
y lo aparta de esa huella
él lo empuja desde adentro
para que vuelva a la fiesta
y lo invita que demuestre
que es más hombre que cualquiera,
porque el vino manda fácil
cuando el hombre es sin escuela.
Y así comienza la cosa
tal vez por una zoncera
empieza la discusión
los ánimos se caldean
y después de un empujón
ya está lista la pelea.
Benitez quiso sacar
a la novia de Cabrera
y el novio en cuanto lo vio
copó la banca en la fiesta.
-No chupe si es que no aguanta
y conmigo no se meta
no sea de que lo planche
de un cachetazo en la jeta.
Y ese fue todo el motivo
que originó la tragedia.
Benitez sacó el cuchillo,
también lo sacó Cabrera.
Y al pobre viejo don Castro
cuando vino a separar
Benitez le erró un puntazo
que de darle lo bandea;
los cuchillos se encontraron
se gatearon como fieras,
Benitez perdió dos pasos
que fue ganando Cabrera,
se hicieron unos amagues
como estudiando flaquezas,
Benitez tanteó el destino
dejando la guardia abierta
y el otro que no era manco
lo convirtió en osamenta.
...Y allí empezaron los gritos
lamentaciones y quejas,
el patrón vino corriendo
se agarraba la cabeza
y le echó mil maldiciones
a los que hicieron la fiesta...
...Benitez era buen hachero
y perderlo era una pena...
el contador de los lentes
que llegaba en camiseta,
mirando dijo en voz alta
sin reparo a que lo oyeran:
-Cuando no, estos negros tapes
no van a andar en pelea
tienen plata y ya se chupan
más vale que ni nacieran.
-No, mi amigo, no se pase
que también es culpa nuestra
-dijo el patrón en un tono
como a callarlo sin seña.
-Nosotros trajimos la plata
y vendemos ese vino
que fue el que tomó Benitez
y hecho sangre ahora chorrea.
Aunque de todas las culpas
la mayor es la ignorancia
de esta gente sin escuela,
que se divierte a su modo
ya que chupar es su fiesta;
no se divierten mejor
porque nadie les enseña,
lo mismo que el trabajar
y ese vivir como bestias,
o el de no saber firmar
por no conocer las letras,
fue porque nadie les dijo
que en el pueblo hay una escuela
donde hay un director
y tal vez una maestra,
que ya hubieran evitado
hace rato esa pelea,
con esos dotes de padres
que brotan de su paciencia...
...pero ya no pudo hablar
se hizo el duro a su manera
y se corrió pa'lo oscuro
disimulando su pena...
Y en el medio de aquel patio
como una muestra inservible
de otro tipo de coraje
se fue apagando Benitez
tendido en un viejo catre;
la noche se hizo profunda,
quedó en silencio el obraje,
un hacha quedó sin dueño,
un hijo quedó sin padre,
y un cuzco pensó pa'adentro
si estaré solo en el rancho
ya no hará falta que ladre.
Allí quedaba ese hachero
personaje de una historia
escrita en su propia sangre
para carne de los chismes
de las viejas del paraje
o pa'que al llegar al pueblo
en un cajón sin lustrarse
la gente diga tristona
"hubo pago en el obraje".
en un obraje del Chaco.
Enero lo aviva al sol
como apurando a un churrasco
y alli en el medio del monte
entre crujidos y hachazos
la gente distingue un ruido
que no es común en el pago,
es el ruido de un motor
que está llegando a los saltos
porque viene en la picada
queriendo domar las huellas
que le dejaron los carros.
El hachero que escuchó
dejó amagado un hachazo
y gritando de alegría
se fue corriendo a los saltos
porque ese ruido no es otro
que el ruido claro del auto
en el que llega el patrón
con la plata del salario...
... por eso corren contentos
por eso van a esperarlo
todos quieren ser primeros
en saber la hora del pago
pa'dirse a lavar al rancho
mientras tejen ilusiones
o hacen planes pa'gastarlo...
-Yo voy a comprar ropa nueva.
-Yo provista para rato.
-Yo viá ver si llego al pueblo
porque no fui en todo el año.
Y otros entre truco y vino
seguro han de liquidarlo.
Y así entre la algarabía
de prepararse pa'el pago
la gente olvida que un Dios
les dio a todos un destino
que es un camino marcado
y que si alguno lo deja
se ensume hasta las orejas
en el charco del diablo
...pero en eso nadie piensa,
...y ya en el medio e'la siesta
las guainas barren un patio
le acomodan los asientos
y cuelgan unos faroles
pa'que sirva pa'la fiesta.
-Ya abrió la administración!
gritó un hachero a la gente
y asomó un señor de lentes
que le llaman el contador,
se escuda en un mostrador
que encaja contra una puerta
y allí pide las libretas
pa'hacer la liquidación.
-A ver, Ramiro Gonzalez.
-Presente-gritó un paisano
que refregando sus manos
se acerca hasta el mostrador.
-Esto es lo que te sobró,
son treinta y tres con noventa
poné el dedo en el recibo
aquí tenés tu libreta...
y si es que querés chupar
pagá la caña al contado
porque ya saben ustedes
que para el chupi no hay cuenta.
-Ajá-le dijo Gonzalez-,
Traiga nomás esa caña
ya que es plata lo que suebra.
Y se fue a esperar el baile
prendido de la botella.
Y así siguieron pasando
los hacheros en cadena,
cada hachero un eslabón
cada eslabón una pena,
penas que pronto olvidaron
con esa caña que quema,
porque todos se llevaron
para el baile la botella...
Hasta que llegó la noche
en aquel rancho de fiesta
fiesta pobre del hachero
que no sabe ni una letra
y el que montado en sus sueños
quiere escapar rienda suelta
por el camino del vino
hacia una vida más buena...
pero el vino es traicionero
y lo aparta de esa huella
él lo empuja desde adentro
para que vuelva a la fiesta
y lo invita que demuestre
que es más hombre que cualquiera,
porque el vino manda fácil
cuando el hombre es sin escuela.
Y así comienza la cosa
tal vez por una zoncera
empieza la discusión
los ánimos se caldean
y después de un empujón
ya está lista la pelea.
Benitez quiso sacar
a la novia de Cabrera
y el novio en cuanto lo vio
copó la banca en la fiesta.
-No chupe si es que no aguanta
y conmigo no se meta
no sea de que lo planche
de un cachetazo en la jeta.
Y ese fue todo el motivo
que originó la tragedia.
Benitez sacó el cuchillo,
también lo sacó Cabrera.
Y al pobre viejo don Castro
cuando vino a separar
Benitez le erró un puntazo
que de darle lo bandea;
los cuchillos se encontraron
se gatearon como fieras,
Benitez perdió dos pasos
que fue ganando Cabrera,
se hicieron unos amagues
como estudiando flaquezas,
Benitez tanteó el destino
dejando la guardia abierta
y el otro que no era manco
lo convirtió en osamenta.
...Y allí empezaron los gritos
lamentaciones y quejas,
el patrón vino corriendo
se agarraba la cabeza
y le echó mil maldiciones
a los que hicieron la fiesta...
...Benitez era buen hachero
y perderlo era una pena...
el contador de los lentes
que llegaba en camiseta,
mirando dijo en voz alta
sin reparo a que lo oyeran:
-Cuando no, estos negros tapes
no van a andar en pelea
tienen plata y ya se chupan
más vale que ni nacieran.
-No, mi amigo, no se pase
que también es culpa nuestra
-dijo el patrón en un tono
como a callarlo sin seña.
-Nosotros trajimos la plata
y vendemos ese vino
que fue el que tomó Benitez
y hecho sangre ahora chorrea.
Aunque de todas las culpas
la mayor es la ignorancia
de esta gente sin escuela,
que se divierte a su modo
ya que chupar es su fiesta;
no se divierten mejor
porque nadie les enseña,
lo mismo que el trabajar
y ese vivir como bestias,
o el de no saber firmar
por no conocer las letras,
fue porque nadie les dijo
que en el pueblo hay una escuela
donde hay un director
y tal vez una maestra,
que ya hubieran evitado
hace rato esa pelea,
con esos dotes de padres
que brotan de su paciencia...
...pero ya no pudo hablar
se hizo el duro a su manera
y se corrió pa'lo oscuro
disimulando su pena...
Y en el medio de aquel patio
como una muestra inservible
de otro tipo de coraje
se fue apagando Benitez
tendido en un viejo catre;
la noche se hizo profunda,
quedó en silencio el obraje,
un hacha quedó sin dueño,
un hijo quedó sin padre,
y un cuzco pensó pa'adentro
si estaré solo en el rancho
ya no hará falta que ladre.
Allí quedaba ese hachero
personaje de una historia
escrita en su propia sangre
para carne de los chismes
de las viejas del paraje
o pa'que al llegar al pueblo
en un cajón sin lustrarse
la gente diga tristona
"hubo pago en el obraje".
Historias de la emigración (Saramago)
Que tire la primera piedra quien nunca haya tenido manchas de emigración ensuciándole el árbol genealógico... Tal como la fábula del lobo malo que acusaba al inocente corderito de enturbiarle el agua del riachuelo donde ambos bebían, si tu no emigraste, emigró tu padre, y si tu padre no necesitó mudar de sitio fue porque tu abuelo, antes que él, no tuvo otro remedio que irse, cargando la vida sobre las espaldas, en busca del pan que su tierra le negaba. Muchos portugueses murieron ahogados en el río Bidasoa cuando, noche oscura, intentaban alcanzar a nado la orilla de allá, donde se decía que el paraíso de Francia comenzaba. Centenares de miles de portugueses tuvieron que someterse, en la llamada culta y civilizada Europa de más allá de los Pirineos, a condiciones de trabajo infames y a salarios indignos. Los que consiguieron soportar las violencias de siempre y las nuevas privaciones, los sobrevivientes, desorientados en medio de sociedades que los despreciaban y humillaban, perdidos en idiomas que no podían entender, fueron a poco a poco construyendo, con renuncias y sacrificios casi heroicos, moneda a moneda, centavo a centavo, el futuro de sus descendientes. Algunos de esos hombres, algunas de esas mujeres, no perdieron ni quieren perder la memoria del tiempo en que tuvieron que padecer todos los vejámenes del trabajo mal pagado y todas las amarguras del aislamiento social. Gracias les sean dadas por haber sido capaces de preservar el respeto que debian a su pasado. Otros muchos, la mayoría, cortaron los puentes que los unían a las horas sombrías, se avergonzaron de haber sido ignorantes, pobres, a veces miserables, se comportan, en fin, como si una vida decente, para ellos, solo hubiese comenzado verdaderamente el día felicísimo en que pudieron comprar su primer automóvil. Esos son los que estarán siempre dispuestos a tratar con idéntica crueldad e idéntico desprecio a los emigrantes que atraviesan ese otro Bidasoa, más ancho y más hondo, que es el Mediterráneo, donde los ahogados abundan y sirven de pasto a los peces, si la marea o el viento no prefieren empujarlos hasta la playa, mientras la guardia civil no aparece para levantar los cadáveres. Los sobrevivientes de los nuevos naufragios, los que pusieron pie en tierra y no fueron expulsados, tendrán a su espera el eterno calvario de la explotacion, de la intolerancia, del racismo, del odio por su piel, de la sospecha, de la humillación moral.
El que antes había sido explotado y perdió la memoria de haberlo sido, explotará. El que fue despreciado y finge haberlo olvidado, afinará su propia manera de despreciar. Al que ayer humillaron, humillará hoy con más rencor. Y ahí estan, todos juntos, tirándoles piedras al que llega a la orilla de acá de este Bidasoa, como si nunca hubiesen emigrado ellos, o los padres, o los abuelos, como si nunca hubiesen sufrido de hambre y de desesperación, de angustia y de miedo. En verdad, en verdad os digo, hay ciertas maneras de ser feliz que son simplemente odiosas.
El que antes había sido explotado y perdió la memoria de haberlo sido, explotará. El que fue despreciado y finge haberlo olvidado, afinará su propia manera de despreciar. Al que ayer humillaron, humillará hoy con más rencor. Y ahí estan, todos juntos, tirándoles piedras al que llega a la orilla de acá de este Bidasoa, como si nunca hubiesen emigrado ellos, o los padres, o los abuelos, como si nunca hubiesen sufrido de hambre y de desesperación, de angustia y de miedo. En verdad, en verdad os digo, hay ciertas maneras de ser feliz que son simplemente odiosas.
Gente educada
Un cuentito de amor (autores anónimos)
Había una vez....un apuesto joven que le preguntó a una bella muchacha:
- ¿ Te querés casar conmigo?
Y ella, dulcemente respondió:
- No.
.....
Y el muchacho vivió feliz por muchos, muchos años. Yendo a pescar, a cazar y a boludear todos los días y las horas que tenía ganas con sus amigos.
Y tomaba mucha cerveza, whisky, vino, tequila, champaña y fernet con cola. Se ponía en pedo cuantas veces quería.
Se vestía y comía caro porque le alcanzaba la guita para eso y para mucho más.
Tenía sexo con muchas mujeres, con vecinas, compañeras de trabajo y con amigas.
Jamás fue cornudo.
No tenía que competir con vecinos y amigos por el mejor auto o el mejor lugar de vacaciones.
Tampoco pelearse con sus compañeros de trabajo por ascender o ganar mas que ellos.
Dejaba la ropa tirada por toda la casa.
Iba al baño con la puerta abierta.
Nadie le reprochaba cuando meaba la tabla del inodoro.
Miraba en el tele lo que le venía en ganas y era dueño absoluto del control remoto.
Y nadie, nadie pero nadie, le rompía las pelotas.
Y vivió muchos años.
Y fue feliz, muy feliz pero muy feliz.
Fín.
- ¿ Te querés casar conmigo?
Y ella, dulcemente respondió:
- No.
.....
Y el muchacho vivió feliz por muchos, muchos años. Yendo a pescar, a cazar y a boludear todos los días y las horas que tenía ganas con sus amigos.
Y tomaba mucha cerveza, whisky, vino, tequila, champaña y fernet con cola. Se ponía en pedo cuantas veces quería.
Se vestía y comía caro porque le alcanzaba la guita para eso y para mucho más.
Tenía sexo con muchas mujeres, con vecinas, compañeras de trabajo y con amigas.
Jamás fue cornudo.
No tenía que competir con vecinos y amigos por el mejor auto o el mejor lugar de vacaciones.
Tampoco pelearse con sus compañeros de trabajo por ascender o ganar mas que ellos.
Dejaba la ropa tirada por toda la casa.
Iba al baño con la puerta abierta.
Nadie le reprochaba cuando meaba la tabla del inodoro.
Miraba en el tele lo que le venía en ganas y era dueño absoluto del control remoto.
Y nadie, nadie pero nadie, le rompía las pelotas.
Y vivió muchos años.
Y fue feliz, muy feliz pero muy feliz.
Fín.
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