miércoles, 20 de abril de 2011

Tiempo de elecciones en Tilinguilandia



Año de elecciones. Los mandamás de este bendito país nos invitan a participar de algo así como un banquete que ellos disfrutarán y nosotros, sin probar bocado, pagaremos y miraremos por tele.


Las ciudades y pueblos están decoradas con grandes afiches que contienen fotos de tipos sonrientes y simpáticos. Son la mayoría viejos conocidos. También nos rezan sus invitaciones a sufragar por ellos ensuciando paredes y cualquier espacio donde sea posible estampar su "Vote a Mengano". Enchastres que deberemos remediar los silenciosos votantes luego de pasado el fervor electoralista.

Y no haga caso a su memoria si pasa por su mente que ese político que en elecciones anteriores era candidato del partido que hoy denosta, le ofrece la panacea si vota al partido que ayer criticaba. No olvidar que la política es el arte de lo "imposible".


Comentaristas políticos inundan las radios y aparecen en todos los canales los candidatos informándonos del diagnóstico y de las posibilidades, de votar a ellos, de cómo mejorarán las cosas.


Se abren locales partidarios por doquier que cerrarán el mismo día de las elecciones los perdedores, y apenas un par de dìas despues, los ganadores.

Los discursos de los que están en el poder tienen algo de surrealismo, no parece que se hayan enterado de que están en la conducción y que insisten con ser reelegidos sin haber cumplido lo que prometieron para subir en la anterior elección. Quizás piensen que los habitantes de Tilinguilandia sufren de Alzheimer o algo parecido.

Un señor, mientras esperaba la llegada del colectivo que lo llevaría de regreso a su hogar después de una agotadora jornada de labor, observando el cartel pegado insolentemente sobre las paredes del refugio -cartel que tenía impresa la cara de un ignoto político- pensaba en los parlamentos escuchados durante estos días protagonizados por conocidos y desconocidos políticos. Todos o la mayoría, prometían lo mismo: más escuelas, más seguridad, más salud, más trabajo, mejores jubilaciones, viviendas para todos,...., etc. Y como el cole demoraba, recordaba el buen señor que desde que era un chiquilín, la muletilla de "los más y los mejores" era la misma.


Las gentes se devanan los sesos en eso de elegir a quién, porque desechar a alguno sería como un sacrilegio porque ellos, según nos cuentan, están munidos de las mejores intenciones para con nosotros y pecaríamos de desagradecidos descartando a alguno.


Los vemos en caravanas y caminando por algunos lugares, siempre escoltados por cámaras de televisión como para que nadie se pierda el espectáculo. Siempre con sonrisa plena, besando mujeres, hombres y cada tanto acariciando el cachete de un bebe o niño poco crecido que algún alcahuete levanta a la altura del personaje.


"Promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento", según dice el tango son las que pregonan los abnegados postulantes.


Tienen solución para todo. Como el alóe, o los pastores de la iglesia "pare de sufrir".


Salvando el acuse de discriminador, mirando los afiches, me imagino que hay gentes algo así como impresentables y con prontuarios nada publicables. ¿Puede un tipo de esos hacer algo por alguien que no sea él mismo, su familia y algunos amigos?


Con la democracia se come, se educa, se cura ....decía un prócer fallecido. Claro que faltaría aclarar quién come, quién se educa y quién se cura con esa democracia.


Y no es que las tiranías o las monarquías sean mejores, casi que son todas hechas con los mismos ingredientes. Además debe ser muy interesante esto de la política y sus beneficios puesto que hasta funcionarios de gobiernos golpistas se han convertido en fanáticos demócratas.

Siempre las mismas premisas: unos mandan los otros obedecen. Unos trabajan otros disfrutan de esos que trabajan. Unos cumplen las leyes que les dictan los mismos a los que ni se les ocurre cumplir.


Seguramente lo que ocurre en Tilinguilandia no es exclusivo de ese país. El analista político don Juan Domingo Alfonchner escribía en su columna dominical: "... tal vez los políticos y sus allegados piensen que los pueblos sufragantes padecen de serios problemas psíquicos, intelectuales y emocionales teniendo en cuenta que es difícil explicar cómo una persona en su cabales puede elegir a otra persona que se postula para hacerle la vida un poco más difícil, que tiene interés en quedarse con sus ahorros de toda la vida, que intente vivir como un holgazán mientras él trabaja duro, que le ordene lo que debe hacer mientras él no hace nada de lo que debería hacer".

Felizmente se acabaron los tiempos en que los esbirros de los señores feudales irrumpían salvajemente en las moradas de los plebeyos exigiendo el pago de tributos. Hoy existe el correo y las cartas documentos intimatorias.

Unos acusan a otros candidatos de querer perpetuarse en el poder. Si ellos mismos acceden al poder serán los primeros en querer perpetuarse.

Ellos serán los que elegirán los jueces que los absolverán y condenaran a los no simpatizantes.

Ellos dictaran las normas que no cumplirán.

Ellos administraran nuestros dineros en beneficio propio y de sus secuaces.

Abnegados políticos que no reparan en gastos (cartelería, espacios radiales y televisivos, publicidades encubiertas llamadas "institucionales"), que difícilmente abonarán de sus bolsillos.

Cuentan las malas lenguas que algunos candidatos de la antiguedad reciente aún son requeridos por gente que reclama el pago de publicidades de campañas anteriores. Chusmerío que nada científico lo avala. Porque conviene aclarar: hay malintencionados, que detestan a la democracia y a los ilustres demócratas.

Ciudadano!!! VOTE VOTE VOTE que votar es su derecho (obligatorio). Vote a su político favorito y no confunda la palabra VOTE con BOTE.

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