martes, 2 de noviembre de 2010

control arbitrario

Aprovechando el sol primaveral en una mañana de cielo diáfano, estaba don Manolo sentado en un banco del parque. Sin prisa por volver a su casa se daba una panzada de emociones fáciles: algunos pajaritos que trinaban y saltaban a su alrededor, perritos cumpliendo su rol de vagabundos, gentes al trote en trámite de bajar los rollos que dejó el invierno,
y autos y mas autos que importunaban la paz de esa mañana.
De pronto y sin aviso previo, llegaron unos inspectores municipales-otrora llamados "zorros grises"- y luciendo la peor cara que pudieran mostrar, comenzaron a detener automóviles con el fin de constatar la documentación de los mismos y de sus conductores.
Por supuesto que no detenían a todos los vehículos aplicando un criterio que seguramente obedecía a órdenes impartidas por los superiores de los odiosos controladores. Tal selección arbitraria le llamaba la atención a don Manolo, quien miraba con interés a los autos detenidos y a los que pasaban delante de las narices de los policías de tránsito y como tiempo tenía,
le dio por pensar y reflexionar haciéndose algunas preguntas de los porqués, a saber:
*Por qué una mujer policía conduce una motito de baja cilindrada sin llevar casco puesto?
*Por qué los funcionarios andan en coches de alta gama con cristales oscuros, muy oscuros que no dejan ver si manejan vestidos o desnudos?
*Por qué camiones identificados como pertenecientes a la Municipalidad están en un estado que de controlarlos no pasarían el examen para transitar?
*Por qué los vehículos oficiales circulan sin seguro?
*Por qué patrulleros policiales no tienen placa identificatoria y en el peor estado recorren las calles?
Quizás lo distrajo a don Manolo el pasar de unos shorcitos blancos como envase de unos cachetes firmes, porque no recuerda que los que realizaron el operativo hubiesen detenido algún vehículo de los que le hicieron reflexionar.

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