martes, 12 de julio de 2011

Propina

Según dice el Licenciado Rigoberto Comet en su ensayo "Corrupción e influencias", la corrupción no es original de estos tiempos. Ya en la antiguedad se murmuraba sobre el tema, cuenta que en Egipto existía la venta de influencias cuando a un poderoso se le ocurrió expulsar gente de ese territorio. Papiros algo ajados encontrados en inmediaciones del Partenon hablan de ciertos arreglos entre los que se la pasaban charlando en las tardes de estío vestidos con apenas una túnica.Y que decir de las reuniones realizadas en el Coliseo Romano cuando algunos gladiadores algo temerosos y cobardes entregaban monedas de oro al organizador de las peleas para que éste los hiciera lidiar con algún luchador famélico y somnoliento.
El estudio abunda en ejemplos sobre el tema: corrupción en el tránsito, en oficinas públicas, en exámenes estudiantiles, en campeonatos de fútbol, en títulos mundiales de boxeo, entre otros.
Hay un capítulo dedicado a la propina, palabra que en latín es "dar de beber" y significa algo así como una recompensa por un servicio recibido. Esta "propinare" era de carácter voluntario y se entregaba como agradecimiento.
Con el tiempo, el proceder en cuanto a la entrega de ese plus se fue desvirtuando y pasó en algunos casos de un gesto voluntario a obligatorio, llegado al punto que en ciertos casos se confunde con soborno y corrupción.
El Licenciado cita ejemplos y algunas observaciones:

# Un señor toma café en un bar, abona el precio del ticket y no cree necesario dar al mozo propina pensando que ese empleado recibe un sueldo a cambio de servir café. Seguramente si ese tipo se hace habitué del lugar y sigue sin dejar monedas sobre la mesa, con el tiempo se hará de un enemigo en la persona del mesero.
# Una señorita lleva su coche a un lavadero a fin de asear el vehículo, cuando el chico lavador le entregue las llaves esperará una propina. Está bien suponer que si la niña no la entrega , al volver al lavadero en otra oportunidad, seguramente no será atendida de la misma manera que otro que sí deja propina.
# Si a una persona le toca por desgracia pasar unos días internado en una cama de hospital, clínica o sanatorio, bueno es que para mejor atención tenga la bondad de obsequiar con algo a las enfermeras de turno. En algunos casos el trato se mejora con una propina.

Rigoberto piensa que tal vez, los dueños de bares y lavaderos, por citar algún caso, les abonan exiguos sueldos a sus empleados teniendo en cuenta que mediante la propina que recibirán de los clientes, esos empleados redondearan una paga interesante. Un trato sobrentendido.
También analiza que con el criterio de dar propina, por que no dar esa recompensa al vendedor de una tienda cuando compramos un pantalón o cuando adquirimos un pasaje de tren o a la cajera de un hipemercado porque nos sonríe al cobrarnos?
Como lo comenta el Licenciado en el final de su libro, bueno sería que luego de la lectura, el leyente enviara al autor un regalo por pequeño que sea.

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