Según el diccionario callejero se dice "trapito" a unos muchachitos o muchachones, algunos menores y otros no tanto que tienen como metié cuidar (?) coches y limpiar parabrisas y lunetas en cruces de calles y avenidas o en inmediaciones de parques, plazas, estadios de fútbol y otros lugares públicos. Como contra partida a dicha labor esos muchachones, tipos de prontuario complicado e impresentables en la mayoría de los casos, intiman a los automovilistas a entregarles una moneda mediante el gesto consistente en unir el dedo índice con el pulgar de la mano derecha que levantan amenazantes. En el caso de los que cuidan coches, ya no provocan con el pedido de moneda, éstos fijan una tarifa que ronda los $ 20 de la moneda nacional que convertida a moneda del país del norte resulta cercano el precio a 5 dólares. Según el comentario de algunos extorsionados, guay!!! con no aceptar la propuesta de los trapitos, porque el automóvil puede resultar dañado por alguna patadita o rayita profunda en la pintura.
Cabe aclarar que de existir justicia estos funestos personajes no pulurarían por calles y paseos.
Enterados ya del significado del término "trapito" y del accionar de los mismos, vale ahora la transcripción de algunos párrafos de la nota aparecida en el opositor diario Clarín de la fecha con motivo de la celebración en la cuidad de Santa Fe de la Copa América:
"...la municipalidad de la ciudad de Santa Fe le otorgó a unos treinta limpiavidrios un sueldo de 700 pesos por los días que dure el acontecimiento continental, para hacer de promotores turísticos: entregan un folleto de bienvenida y de información útil para el turista...."
"...entonces la pregunta cayó unificada: ¿Que harán después de la copa? ..."
Como en la ciudad capital de la provincia existe oficialismo y oposición, esta última para demostrar su presencia se hace oír:
"... el arco opositor pidió que exista un contrato con las respectivas PRESTACIONES SOCIALES, tales como APORTES Y OBRA SOCIAL, por el tiempo que dure la Copa América..."
Mientras, don Manolo reflexionaba en silencio. Pensaba que tal vez en próximos acontecimientos deportivos o culturales, llamarían a cartoneros para dar clases en las escuelas sobre la fabricación de papel, ocuparían a los violadores para cuidar plazas o libertarían a ladrones para custodia de bancos. Ayyyyyyyy las cosas que se le ocurren a éste hombre!
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